En el libro original, Nite Owl se ganó pasivamente el gusto de muchos, el preferido de pocos, pero desdeñado por ninguno. Un buen personaje, sólido y completo, pero carente de esa extraodinariedad que poseen Rorschach, Dr. Manhattan, The Comedian y Ozymandias. Aunque gana muchos puntos por bajarle la novia al Manhattan. Debido a que es el hombre, por mucho, más humano de Watchmen, es el suyo el pasado que menos curiosidad causaba. No ayuda que el extracto de texto que viene de él en Watchmen (el de Pallas) sea el que menos aporta a la gran metáfora que es la novela, quizá el extracto más aburrido de los 11.
Sin embargo, es esa humanidad la que hace de éste, un gran número. Cuando uno lo piensa tantito, es la estrategia narrativa más obvia y natural, pero aun así da mucho gusto leer que lo que hace grandioso a Before Watchmen: Nite Owl #1es justamente el acercamiento tan humano que se le da al personaje (técnica que me pareció también funcionó geníal en Silk Spectre #1 pero que alienó en The Comedian #1).
Respecto a la trama: Ya todos sabíamos que Daniel era lo el mejor amigo de Rorschach, pero verlos platicar cotidianamente ¡incluso hacer chistes sobre erecciones!, se siente refrescante y correcto.
En un principio creí que me gustaría leer más sobre su relación con Hollis (el primer Nite Owl) y sobre cómo se vuelve su sucesor, pero después de este número entro en razón de que lo que se nos contó es suficiente, lo deja todo bien y lo deja todo claro. Por otro lado, el final (sutilmente buenazo) deja entrever que los siguientes números estarán enfocados en su relación con Laurie, mmmh, no sé qué tanto quiera leer más sobre eso, pues me parece que en el Watchmen original quedó todo perfectamente planteado, pero bueno, si a esas vamos, todo este evento precuelístico es en sí bastante innecesario. Sólo esperemos que sea de lo que sea que se trate Nite Owl #2, sea tan bueno como el primero.